MONUMENTO POR LOS DESPLAZADOS RESUCITARÁ
"El monumento no ha muerto sino se ha realizado, ha despertado a una condición superior a la física, donde el arte trabaja el subconsciente de las personas" manifestó Jaime Miranda Bambarén escultor del "árbol desarraigado" monumento que simboliza el sufrimiento de las víctimas desplazadas por la violencia (1980-2000). Su carta llegó desde Indonesia hasta Villa María del Triunfo, donde cerca de 200 personas se reunieron para expresar "una profunda indignación y rechazo" por la destrucción del " árbol desarraigado". Inicialmente se presumía que los autores de tal atropello eran las autoridades de la Municipalidad de Villa María del Triunfo, pues a los alrededores se están haciendo obras públicas para esta comuna. Actualmente las organizaciones que integran el Comité Para Que No Se Repita de Lima Sur, PQNSR - LS y PQNSR a nivel nacional, así como diversas organizaciones de la sociedad civil piden una investigación y la reparación del monumento. Ellos también han realizado un pronunciamiento público que ha contado con el respaldo de personas, organizaciones e instituciones que creen en una cultura de paz y que coinciden en que las reparaciones simbólicas para las víctimas del conflicto armado interno en Perú (1980-2000) son una necesidad para no olvidar el sufrimiento de miles y miles de personas. Según la Comisión de la Verdad y la Reconciliación fueron más de 69 mil víctimas. “Este es un momento especial para crecer. No es momento de peleas ni reclamos, ni de señalar o acusar pues todos los que creemos en la tolerancia, el respeto y la armonía ya hemos ganado”. Esta frase de Jaime Miranda, leída por Monseñor Bambarén, resonó entre los asistentes. El evento realizado el 24 de junio, día del campesino, fue organizado por el PQNSR –LS. A su convocatoria acudieron representantes de las organizaciones de desplazados, la Defensoría del Pueblo, autoridades municipales, integrantes de la Comisión Episcopal de Acción Social, CEAS, de la Comisión de Dignidad Humana de la Pastoral Social de la Diócesis de Lurín, delegaciones regionales de PQNSR y de la coordinadora nacional de víctimas de la violencia política CONAVIP, algunos sacerdotes y hermanas de la Iglesia, entre otros. Calixto, integrante de Tarinacuy, organización de desplazados, recordó lo sucedido en su natal Satipo “Cuando he visto las imágenes del árbol destruido con sierra, he recordado cuando mataron a machetazos a decenas de campesinos de mi pueblo”. Mientras otros presentes dijeron “Sí es un árbol feo, porque fue feo el problema que pasamos”. Entre los jóvenes destacaron la presencia de los chicos de “Arena y Esteras” y estudiantes universitarios. Entre los jóvenes de espíritu se hicieron presentes los miembros del programa para adultos mayores “los martincitos”. El representante de la municipalidad de Villa María del Triunfo, Iván Domínguez, negó la responsabilidad de su institución y propuso la construcción de una alameda de la memoria. En respuesta, los presentes dijeron “queremos ver la resolución del municipio”. El padre Tomás Burns además de pedir la reconstrucción del monumento solicitó mejor educación y salud para las víctimas del conflicto armado interno. Al final todos encendieron velas alrededor donde otrora estaba el monumento. Monseñor Bambarén se comprometió a gestionar nuevamente las anclas de metal de la escultura, los de Villa El Salvador, en la voz de Tony Palomino, coordinador de los Martincitos, buscarán un nuevo árbol…Todos marcharon con la esperanza de que el monumento resucitará y que se conocerá la verdad.
(Sara Orós García).
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