
Madres coraje, ¡CARAJO! Arrastrando sus cachivaches, cargando en sus fornidas espaldas a sus hijos, brotaban de sus frentes sudores de esfuerzos y de esperanzas, apurando el paso para “agarrar” un buen lugar para plantar sus esteras de 2 x 2. Sus pies se hundían en la estéril arena de la pobreza, el Sol las saludó con mucho resplandor, les dijo ¡hola, bienvenidas! Ellas eran las primeras madres del Sur de Lima. La parte sur de Lima -de la Lima del Café Concert, del jirón de la Unión, de los balcones coloniales- estaba siendo regada con lágrimas y sudores de hombres y mujeres que dejaron sus chacras andinas, sus juanes y tacachos, familias empobrecidas por la ignorancia y la dejadez política, se abrieron paso a todo y ante todos, plantaron esteras y plásticos con sus manos, ayudando a sus esposos o convivientes. Agarraron sus ollas gastadas, y platos de plástico, tendieron sus mantas que les abrigaba de las frías injusticias, para que sean mantel de su mesa de piso arenoso. Esas eran la...