Camino del calvario escolar
“Amigo, no tengas hijos, ¿sabes cuanto cuesta un libro? el mas barato 80 soles, ¡80 soles! y para el colmo solo lo puedo encontrar en esta maldita librería…” Esta es una frase que me lanzó un vecino que tiene dos hijos en etapa escolar.
Pero ¿dónde comienza verdaderamente el Vía Crucis de los padres de familia? Empieza en la lista de útiles escolares. Es una hoja que se convierte en cruz flagelante al ser cargada por las manos de los padres. Al instante viene el interrogatorio clandestino de los profesores: señora, ¿cómo que no va poder comprar estos útiles? es necesario para que su hijo pueda aprender. Además tiene que traerlos antes de que culmine la semana si no su hijo (a) se va atrasar… El padre de familia tiene su primera caída.
El camino que empieza la madre hacia las ferias escolares, es como el camino al calvario, porque sabe que al final será crucificada con los precios de los útiles escolares, los clavos son los precios de promoción que se clavan en los ojos desorbitados de las mamás y en el monedero que ya va a pedir chepa por que se queda vacío.
Luego viene la mafia y los amarres que hay entre las editoriales privadas y las instituciones educativas privadas, donde los padres de familia necesariamente tienen que pagar el precio de los libros de estas editoriales, el estado se hace el tuerto (o mejor dicho el ciego) para no regular el sistema privado educativo.
Los Pronei (Programa no escolarizado de Educación Inicial) son otro calvario. Para que se sobresalten los lectores, este programa es del Estado, programa que es para las zonas de mayor pobreza y donde los padres de familia no pueden pagar la educación de sus hijos menores de 6 años. Bueno, este programa tiene “profesores empíricos”: el motivo de esto -¡pásmese!- es que uno de los requisitos para enseñar a estos niños es ¡no tener estudios pedagógicos! Una barrabasada del estado peruano. Un vía crucis para los niños… Y después nos quejamos de no tener niños bien educados, por el solo hecho de ser pobres económicamente.
Pero como en todo vía crucis, donde el señor nos da el mensaje que existe la resurrección, todos esperamos el tercer día donde el reino de la justicia y de la igualdad de derechos educativos se reencarne en todos nosotros. Amen, a la espera del día de gloria. (Ángel Ramos)
Comentarios
Publicar un comentario